A veces pienso que voy despacio, pero si miro atrás veo un gran avance. El Taller de Loreto da un paso más y decide mostrarse al mundo. El próximo día 2 de junio a las 19,00 horas os invito a que conozcáis la forma del nuevo taller. He intentado conservar todo lo bueno del antiguo local y a la vez introducir mejoras que me hagan superarme más.
Estoy contenta con el resultado. Quedan cositas por hacer, pero se harán poco a poco. Muchos me han ayudado a conseguir este avance. Cada uno ha aportado su granito y algunos una montaña. A medida que reformábamos el local, fui sacando fotos de como avanzábamos. Me gusta eso de comparar situación inicial y resultado final.
Lo primero que se hizo fue pintar el local. Aquí fueron importantes Ricardo, el Chusco, mi madre, mi hermano... El Segundo paso descolgar el cartel antiguo de la calle y quitarle la pegatina para usar la plancha de metacrilato para poner " El Taller de Loreto". Chusco me descolgó el cartel, y muchos (Noelia, Pelu, mi prima Carmen y yoooooooo que me jarte), arrancamos la pegatina y dejamos la plancha lista para el nuevo uso. Por cierto, el rótulo me lo hizo y colocó Salvador, un monstruo en esta materia que se porto estupendamente conmigo. El diseño lo elegí con la ayuda de mi hermano y los focos que lo iluminan me los puso mi amigo Fran.
Después de conversaciones, dudas y cabezonerías, fui al Leroy Merlin con mi fiel compañero de batalla y campeón de campeones, Iván. Compramos la tarima flotante y nos lanzamos a poner el suelo. La experiencia fue tremenda para nuestros riñones, pero un placer para la vista. Tengo que deciros que sin él nunca hubiera tenido el suelo que tengo. Gracias al patrón Juan por tener todo tipo de herramientas eléctricas, ser generoso y prestármelas ¡Es increíble como ayudan!Cambiado el suelo, había que colocar un tablón de madera del techo al suelo que hiciera de falsa pared. Mi padre, mi hermano y sobre todo mi amigo Tomás me echaron un gran cable.
Como la inspección lo exige, tuve que pedir ayuda a mi amigo Fran para que pusiera luces de emergencia por todas partes,estractores en los baños....
Luego vino la mudanza de un taller a otro ¡Menudo jaleo! Ricardo colaboró y mi padre también sudo lo suyo. Reconocimiento al "longines" de mi padre que dio la talla, en el sentido literal, una vez más.
Continuamos el trabajo con el viaje a Ikea y posterior montaje de muebles. Aquí colaboraron todos... Charlie (Pepone) me ayudó a montar la trastienda y Ángel me solucionó todo el tema informático.
Ya solo quedaba el escaparate, e Iván una vez más hizo que mi idea fuera posible. Mi madre dio su puntito de decoración y me plantó un macetero con un conjunto de captus precioso para rellenar el hueco del escaparate.Listo el interior me colocaron una reja ciega en la fachada. Como el escalón molestaba, el Chusco volvió a ayudarme y me hizo una obra dearte. De paso me pinto toda la fachada y me impermeabilizó la azotea para prevenir goteras.
Como veis el trabajo ha sido duro; tres meses en total que han pasado volando. Me he sentido ilusionada, nerviosa y muy agradecida. Estoy feliz por el resultado. He invertido todas mis ganas en este proyecto y espero que salga bien.
Os espero a todos. Me hace mucha ilusión compartir el taller con todos vosotros.